Concepto de lo esencial. Cuestión de Fe


¿Qué equipaje mental asignarías a un bebe humano para que al nacer y, en forma automática, pudiera reconocer y desarrollar las aptitudes necesarias para vivir? (y digo vivir y no sobrevivir) ¿En qué forma se lo inculcarías?



La naturaleza hace tiempo que lo descubrió y por este motivo nacemos en el seno de una familia que nos transmite este legado en forma de memoria emocional/ancestral o: esto es lo que eres cuando naces, tu kilómetro 0. Esta memoria ancestral se activa cuando te conviertes en adulto y empiezas a recibir ideas y a procesar tus sensaciones en forma independiente, con la condición de que hayas integrado, en tu experiencia cotidiana, estos tres preceptos: Se paciente; Sé tu propia guía; No te compares…

Estos tres preceptos son la herencia directa de nuestros primeros ancestros, del tiempo en el que la humanidad cazaba y recolectaba para sobrevivir y están relacionados con el legado biológico o nivel mínimo de salud humana. Son la clave de cómo fuimos «construidos» y, por tanto, de la forma física que desarrollamos como especie. Esta forma física es la que nos hace ser y sentir diferentes al resto de las especies.

«Aceptar estos preceptos sin cuestionarlos y desarrollarlos al máximo es nuestra prueba de fe, ya que son el germen de nuestra conciencia de humanidad….»

Todos debemos de superar estas tres premisas para poder pasar al siguiente nivel evolutivo, en el que el proceso de construcción ya no es físico, sino de desarrollo mental; de no superar esta prueba, vivimos la vida con una sensación de precariedad y de constante inseguridad. Estos tres preceptos son los que deberían de transmitirse en casa desde el ejemplo y como prioridad absoluta para convertirse así en nuestro equipaje básico o «de mano»

Hoy día, los niños ya nacen «sabiendo», tan sólo hay que ocuparse de quererlos y educarlos en coherencia con la naturaleza humana, ávida de saber y experimentar...

Concepto de lo negativo

Nuestra «herencia o carga negativa» aumenta cada vez que no actuamos en coherencia con lo que somos o sentimos.Todo aquello que consideramos negativo en nuestras vidas o en las vidas de los demás y que criticamos, juzgamos o rechazamos de forma gratuita, NOS RESTA. También nos restan las valoraciones negativas de los demás que no neutralizamos. A veces basta con cambiar la etiqueta en una valoración en la que nos «sentenciaron» para sentir una pérdida de peso o una gran liberación. Otras veces basta con cambiar la valoración que nosotros realizamos sobre algo y buscar una visión positiva global y enriquecedora.

¿Qué hacer ante una valoración negativa?
  1. La cambias (Implica trabajo interior)
  2. La comunicas (Implica un trabajo de grupo- externo)
  3. Te alejas (Implica un trabajo finalizado)

Cada vez que tachamos o catalogamos algo como negativo lo estamos metiendo en nuestras alforjas. Es prioritario aprender a valorar tan sólo lo que nos atañe directamente pero: ¿Cómo saber que cosas nos atañen directamente? ¿Cómo diferenciarlas de lo ajeno?

Hay ciertas reglas relativas al tiempo (personal) y al espacio (grupal), generalmente reflejadas en las normas de educación, valores y hábitos considerados como positivos por el grueso de la humanidad. Estas reglas suelen ser algo más suaves para los niños, jóvenes y miembros de la especie no autónomos, volviéndose firmes cuando nos hacemos adultos..

Reglas relativas al tiempo:
  • Personas adultas: Si no te han preguntado, no intervengas. Si te preguntan, asegúrate que es lo que realmente quiere la persona que pregunta: atención o la respuesta. (esto depende de la relación que se tenga, si es emocional o adulta)  Si tu no has preguntado o pedido valoración- información y te dan una opinión, te están proyectando; la proyección es útil para conocer la intención del otro... Tu decides si lo aceptas o no.

  • Hijos o personas no autónomas:  Al principio, mientras crecen, hay que prestarles atención y en función de la educación recibida cada vez gozarán de mayor autonomía. Aun así, se puede intervenir si ves que se demoran en sus deberes o manifiestan síntomas físicos-químicos negativos (por lo general, la madre se da cuenta). Cuando los hijos en crecimiento tienen incidentes o roces con el padre es que la madre no gestiona o controla lo suficiente el tiempo del hijo en crecimiento. Si todo va bien, el hijo a partir de cierta edad, apenas da ruido e interactúa solo lo necesario.


Relativas al espacio

Cada espacio tiene unas reglas que hay que observar y respetar. Si no te gustan, te vas o propones un cambio. Las personas no-autónomas, (hijos, jóvenes o personas inmaduras), buscan GENTE a la que responsabilizar o culpar de sus problemas. Un adulto solo es responsable de aquello que ha pactado conscientemente, y de todo aquello que le sucede, aunque no lo haya pactado conscientemente...