Biorritmo de Otoño. Límites

Biorritmos


«Sintoniza con los biorritmos estacionales y desarrolla tus capacidades de forma holística»
La toma de conciencia de los biorritmos humanos tiene como finalidad integrar el concepto de globalidad en su forma más trascendente aquella que nos conecta a todos en un mismo SER o sentir. La comprensión de los biorritmos humanos integra en la vida cotidiana, conceptos como ecología, bioenergética, profesión, familia, pareja, evolución, valores humanos, etc.

¿A qué esperas para conectarte? 




Dinámica del otoño: Integración

    • ÓRGANO PRINCIPAL: Pulmón 
    • SENTIDO ASOCIADO: Olfato 

Al igual que la primavera, el otoño es una estación clave que permite el paso de la estación cálida del verano hacia la estación fría del invierno. De la buena preparación del otoño depende el desarrollo funcional del invierno. 

Es necesario que la circulación se restablezca después de los fuertes calores y preparar el organismo para entrar en un periodo que requiere un sueño reparador y más prolongado.Es un tiempo análogo a la caída de la tarde cuando, tras la actividad de un largo día, nos retiramos para integrar lo vivido, cenar y prepararnos para la noche. Con la llegada del otoño, se inicia el ciclo de frío y oscuridad en el que la luz del día dura menos de doce horas. Esto empieza a ser evidente después del equinoccio de otoño y tiene su cima en el solsticio de invierno. Este ciclo dura hasta el equinoccio de primavera en el que el día y la noche se igualan de nuevo y comienza de nuevo el ciclo de luz y calor. Los días otoñales traen ideas inspiradas, actividades escolares y un crecimiento de conciencia de los procesos interiores. La persona que está en contacto con sus sentimientos y los comparte con los demás, no teme la llegada del otoño. El mantenimiento de un estado saludable depende especialmente del equilibrio entre las actividades hacia fuera y las actividades regulares dirigidas hacia dentro. Extenderse y contraerse, abrirse y cerrarse, defender los límites. Esta sería la expresión energética del otoño. El equilibrio de entrada, con el aire que respiramos y los alimentos que ingerimos, y la salida con la expiración y la eliminación. 

El olfato, sentido asociado a la función otoño, es el guía o timón que nos orienta, reconociendo las cargas que se ajustan a los objetivos e intenciones marcados de antemano. A los pulmones no les gusta el clima frío y húmedo por lo que, manteniendo caliente y abrigado el pecho, el cuello, la cabeza y los pies, se previenen los catarros.


Este texto está extraído del libro "Tu cuerpo sabe." 
publicado por Ana Ávila