
Estamos de lleno en el verano y el tema «padres» está presente, día sí, día no, en mi escritorio; quizás porque «los niños» están de vacaciones y ponen a prueba, con su presencia a tiempo completo, lo sólido de nuestros valores humanos, personales y de pareja…
Y en algunos casos, puede que hasta los niveles de paciencia/salud, necesitados de un buen descanso vacacional, sobre todo aquellos que «trabajan para ganarse la vida»…
Es por ello que comparto este ranking de superación personal con la idea de simplificar al máximo el concepto.
Ranking de prioridades: primero eres un ser humano, hombre o mujer, concebido con una intención de vida concreta que necesitará de un tiempo de inicio para poder ponerse en pie…
- Ser humano. Especie a la que perteneces. Conciencia transpersonal o cósmica
- Persona. (hombre/mujer). Definida por la calidad en tu relación de pareja. Conciencia personal
- Padres. Intención-concepción de hijos, proyectos laborales.
- Maternidad… proceso de embarazo, parto, crianza (hasta que camina por si mismo)
El proceso de convertirse en adulto consiste en recorrer este ranking en sentido inverso recuperando aquellos valores que quedaron por superar.
Señales de que una de estas etapas no ha sido superada con éxito:
Tiempo de maternidad/crianza… Crisis de salud que nos ayudan a instalar hábitos saludables
Tiempo de paternidad/concepción… Crisis «personales» (individuales o con los hijos; aquí he de aclarar que cualquier problema que una persona tenga en relación a la figura de un hijo es una crisis personal proyectada de antemano en la evolución de dicho hijo)
Tiempo personal /pareja... Crisis sentimentales
Tiempo humanidad/social... Crisis laborales o transpersonales.
Espiritualidad, salud y espacio laboral
He de aclarar que considero el espacio laboral como el espacio donde en verdad se manifiesta nuestro sentido de lo «religioso-espiritual»… y que cualquier problema relacionado con el ámbito laboral es un problema de conciencia grupal o transpersonal. También considero importante el saber que, una vez te conviertes en adulto, toda crisis de salud que se ejecuta en tu vida comenzó siendo una crisis de humanidad/laboral que traspasó, uno a uno, los filtros de seguridad que te alertan mucho antes de que un problema se somatice como algo orgánico:
- Tu tiempo personal o de pareja: cuando las parejas están compenetradas detectan los problemas en el espacio laboral y actúan como barrera de seguridad;
- Después tú propia barrera personal: aparecen inquietudes, mal humor, cambios de hábitos, etc.
- y, por último, somatizó en un problema de salud: En caso de que seas «padre» (hombre o mujer recuerda que hablamos de paternidad) los problemas de salud de tus hij@s corren por tu cuenta.
- Si son pequeños o los problemas se iniciaron cuando eran pequeños, la carga proviene de la figura materna que no ha sido bien instalada; si ya son mayorcitos cuando aparecen los problemas de salud (7 u 8 años a raíz de los cambios de dientes)…. La carga negativa proviene del balance entre ambos progenitores… (los dos son responsables por no mantener una relación de pareja a prueba de filtraciones)…
Tiempo de pareja, tiempo de paternidad…
Cuando una persona necesita superarse en el plano personal, y no es consciente de ello, lo primero que pensará/necesitará es en tener un hijo donde proyectar dicha superación personal.
El aprendizaje que nos aporta el tiempo de pareja es en relación a los demás y la relación será más o menos difícil en función de los vínculos que te liguen a la figura materna. De la puntuación que le hayas otorgado a tu madre mientras crecías y de lo actualizada que tengas su figura antes de convertirte en madre…
- Esto sólo es válido para las mujeres ya que la maternidad nunca es compartida; el vínculo madre/hijo es interno y se genera en el parto vía útero…y explica el porqué en las relaciones de pareja, es la figura femenina la que genera la atracción/vínculo generado que «soporta» la relación.
- El tiempo de maternidad no se «aprende». Cuando nuestros registros personales y humanos están actualizados, concebir, parir y criar es cuestión de instinto-buena salud; es un proceso orgánico. De hecho, mujeres que han «trabajado» por un parto sin dolor o por una lactancia natural, llegado el momento de la verdad, no superan los bloqueos emocionales ligadas a la memoria materna. Por eso la figura de la matrona (ahora doulas) es positiva ya que refuerza o modifica el vínculo con la propia naturaleza y nos recuerda nuestra naturaleza esencial.
El aprendizaje que nos aporta el tiempo de paternidad es en relación a nosotros mismos y será más o menos difícil en función de los vínculos generados con la figura paterna. De la puntuación que le hayas otorgado a tu padre mientras crecías y de lo actualizada que tengas su figura antes de convertirte en padre. Has de saber que es la relación de tu madre con tu padre la que configuró inicialmente la forma en la que tú percibiste y te vinculaste con tu figura paterna. (Esto es válido también para las mujeres ya que la paternidad de un hijo siempre es compartida)…
La madre nos globaliza/ nos hace humanos.
El padre nos localiza/nos hace personas.