Un experto es alguien que ha dejado de pensar...


Claves para superar la juventud, sin tener miedo al paso del tiempo...
«Recuperar el tiempo perdido» es algo que las parejas que inician su relación NO SABEN que será su asignatura pendiente en cuanto formalicen su relación... 


¿Evolucionamos en el Tiempo o en el Espacio?

La evolución en el tiempo es cíclica o circular, se mide en grados y es de carácter estático y centrípeto; las cosas suceden y las historias o personas, giran a tu alrededor, hasta que adquieres la noción del tiempo suficiente para salir del «bucle» o espiral en la que se mueve el tiempo.

En el tiempo, creces o maduras pero no evolucionas. 

A «ojos del tiempo» cada año o ciclo vital se perpetúa en el siguiente y, sólo a los ojos de los grandes iniciados, se perciben las sutiles diferencias que dan lugar a los cambios de ciclo. En relación al tiempo, existen ciclos pequeños y ciclos grandes pues el término medio no existe en la concepción del tiempo ya que el tiempo se concibe o se gesta, siempre en relación a un TODO más grande o mayor y, desde luego, siempre RELATIVO al espacio donde es concebido.

El tiempo en la tierra, está sujeto a las condiciones meteorológicas que surgen de las fuerzas de la Naturaleza (sol, tierra, agua, etc.), y es regulado por las fuerzas cósmicas procedentes del espacio exterior. Asimismo, el tiempo de una persona está inicialmente sujeto al espacio donde fue concebida pero, una vez superada la fase de inicio, la persona queda libre de estas coordenadas y pasa a formar parte de un todo global, relativo, en primer término, a su grupo generacional y en segundo término, al conjunto de la humanidad.

Para una persona es fácil saber si está regida por las leyes del Tiempo o del Espacio, basta con conocer las características de cada uno de estos planos evolutivos. En realidad, el tiempo es un sub-plano del plano espacial, algo así como una ventana que abres «temporalmente» para desarrollar una materia y en la que puedes quedar atrapado, indefinidamente, mientras aprendes sus reglas o comandos ya que este es el sentido de cualquier proceso vivido en el tiempo: desarrollar un aprendizaje o uso más completo de los sentidos.


Características del Tiempo y del Espacio

En el Tiempo, VAS hacia alguna parte. Los objetivos se alcanzan y se consideran algo externo a tu persona o al espacio que ocupas. Hay sensación de esfuerzo, de subir o ascender y, por tanto, una vez conseguida la meta, de bajar. Hay una línea o dirección a seguir, un principio y un final y una evolución de menor a mayor.

En el tiempo, siempre caminas en relación a algo o alguien; el «ritmo» se establece en relación a una tercera persona (rol observador), que habrá que neutralizar antes de llegar a la «meta»  Cuando se trabaja en relación a una fecha o en relación a terceras personas que han de dar su aprobación, (examen, entrevista, etc.) es fácil caer en la VISIÓN del tiempo… Para evitarlo, hay que dejar clara la intención con la que se ABORDA dicho proyecto en la etapa inicial y, posteriormente, centrase en mantener viva su imagen todos los días. 

En el Espacio ESTÁS, no vas a ninguna parte. Los objetivos son inherentes al espacio que ocupas, no hay que alcanzarlos, hay que superarlos. Cada espacio tiene una frecuencia o imagen determinada, cuando «la bordas» se puede decir que te «teletransportas» hasta el siguiente nivel o espacio a superar y esto sucede de un día para otro. Estás ahí y, tras un momento mágico de reflexión o integración, ¡ZAS! una llamada o acontecimiento te sitúa en un plano diferente (de conciencia) aunque, por lo general, el cambio se refleja en el área laboral.

«En el espacio solo existe el nosotros y toda relación se considera trabajo de equipo».


En el plano espacial, el tiempo queda reducido a los momentos de transición o transporte que, efectivamente, se pueden vivir como de transición, si todo está en orden, o complicarse hasta el extremo de no llegar nunca, si antes de partir no has estabilizado tu imagen-frecuencia.

Los espacios de transición (pasillos, carreteras, vacaciones, viajes, paro, etc.) son necesarios para ajustar las diferentes frecuencias o imágenes que surgen de los espacios que utilizamos. Los espacios de transición tienen sus propias reglas, pero de nada sirven, si antes de integrarte en ellos, no has fijado tu imagen de salida y de llegada. (Por ejemplo: en el paro, sales de un espacio laboral para integrarte en el siguiente). Salir «a la aventura» es un riesgo que, hoy día, el humano no puede permitirse.

  • En el Espacio, la regla de «TODOS LOS DÍAS» es la única que cuenta: «Todos los días» has de mantener el tipo, la idea o imagen que dicho espacio requiere para poder procesarlo-superarlo.
  • Los procesos en el tiempo se miden por grados y cuando has dado la vuelta completa al círculo (360º), empiezas de nuevo, pero un poco más «grande». El proceso no acaba nunca a no ser que salgas del bucle temporal.


Sin embargo, en el espacio avanzas por tres niveles bien diferenciados: 

    • Inicio, medio o avanzado.

El proceso de superar un espacio comienza por «alcanzarlo» o creer en él.

En esta fase, se podría decir que «caminas en el tiempo» y esta es la característica clave del nivel de Inicio: el sentido de aprendizaje. Cada espacio tiene su tiempo de aprendizaje o inicio en la que la percepción de los sentidos es ajustada de nuevo. Tus ojos han de volverse a cerrar, durante un tiempo de «no saber», para que tu percepción se alinee con las nuevas coordenadas y tus sensores se ajusten de nuevo, ¡de manera automática! Esto es importante: el aprendizaje es algo automático y no requiere esfuerzo, si lo vives desde LA CONCIENCIA ESPACIAL y no desde la temporal. Si lo vives como una persona ADULTA que se renueva y actualiza y no como un niño que «crece».

- Cuando el aprendizaje se vive como un esfuerzo en el tiempo de la infancia, es porque los adultos responsables del mismo no ejercen como tales.

En la fase de Inicio, lo mejor que se puede hacer es «cerrar los ojos» y dejarse guiar por los sentimientos, a sabiendas de que la VIDA nos conduce en forma segura. Cualquier accidente o sintomatología de dolor, en la edad adulta, es señal de que estamos bloqueando el fluir del tiempo de la fase de inicio, que estamos atrapados en un bucle y no estamos respetando el ritmo de los acontecimientos.

Una vez que empiezas a VER o reconocer las órdenes o «señales» relativas a dicho espacio (todas ellas de sentido común en cuanto superas la fase de novato o nuevo), empiezas a transitar por el nivel medio, donde vas adquiriendo, de forma progresiva y sin posibilidad de bloqueo o marcha atrás, claridad y soltura en la ejecución de tus actos. Lo que se va traduciendo en niveles de certeza cada vez más continuados ya que éste es el código relativo a la navegación o circulación por el Espacio: La Luz.

En la medida que avanzas de un nivel al siguiente, la sensación de certeza o claridad, de pensamiento, palabra y obra, va estabilizándose hasta ser continúa y absoluta; No quedando ni un solo hueco para la oscuridad o la duda cuando llegas al nivel de experto o nivel avanzado.

Por último, aclarar que es la vida la que determina los espacios a superar para cada persona y lo hace dentro de un plan, perfectamente orquestado, donde todas, absolutamente todas las variables relativas a la evolución de los humanos, están contempladas.

A nosotros, como miembros de la especie y como personas, nos queda la responsabilidad, el derecho y el deber, de ejecutar, con la mayor precisión posible, las órdenes que la Naturaleza nos da. Para ello, contamos con la inconmensurable ayuda de nuestro cuerpo, maravilla evolutiva sin igual, que cuenta con toda la «tecnología» necesaria para llevarnos de regreso a las estrellas, el espacio donde, en verdad, residimos y al que un día, una vez superados los planos de la materia, regresaremos…

Aunque, en el fondo, nunca salimos de allí!